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Diana:

Gracias por la clase de anoche.

Entre todos la hicieron tal como yo la necesitaba, y tuve la fuerza que me hizo falta en el momento justo.

Dianita querida: ¿serías gustosa de mandarle estas líneas y el poemita de abajo a todos los compañeros? A los que estaban anoche y a los que no, a los del martes, a los del viernes y a los del ex-miércoles, a los de la escuela y a los de a veces, a los profes de acá o de lejos…

Porque con todos soy la tribu. Y cada uno hizo algo por mí, aunque no me diera cuenta cada vez.

Abrazos a todos!!!

 

Compañeros

Anoche le pedí a la tribu

tenerlos a todos dentro mío,

que cada cual me prestara

un poco de su fuerza, un ratito.

 

Y me dieron luces, bendiciones,

espíritus, fuerzas, energías…

y hasta silencio y consejos.

Cada uno me dio lo que tenía.

 

Y danzamos con pasos

de tigres y gacelas,

de machos bien machos,

de hembras bien hembras.

 

Y encontramos nuestros ojos

en miradas de cualquiera

para apoyarnos un instante

de saludo y reverencia.

 

Y confiamos nuestros cuerpos

con los ojos cerrados

al balanceo y la caída,

seguros de otras manos.

 

Y nos dejamos estar

desprolijos en el nido

pura tibieza y latido

 

Y buscamos entre todos

la fuerza de la tierra…

Y en mí se metió

la tribu entera.

 

Juan Carlos Rogna
11/11/2009