Gracias a todos los que participaron de nuestro Minotauro (aunque no hayan ido a Cabalango).
Un pichoncito de poesía se arrimó al nido y dijo:
Me asomo a tus ojos
y caigo
en un abismo luminoso
de cariño sin fondo
Siento tu mano
la red se extiende
bajo mi cuerpo
Me hundo
profundo
en la blancura de tu amor
sin límites
Renazco salvaje
húmedo de vida
a galopar la alegría
por la pradera de tu piel
Un rayo ilumina la blancura
un abrazo poderoso
Las gotas del rocío
ablandan despacito mi corteza
vuelto semilla
renazco en árbol frondoso
ofreciéndote mis frutos
ofreciéndote mi voz
para cantar amor
Comparto este salto infinito
de placer y alegría
de lágrimas sabrosas
De fe en la fuerza
de la caricia,
de la música
la danza
el grupo
Tu mirada
me da cobijo
Gracias, muchas gracias, muchas muchas gracias
GUSTAVO CARRANZA 2010