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Tuvo mi madre tres años de escuela

y casa con plata en ciudad pequeña.

 

Tuvo también un moño en el pelo

y un delantal para ir al colegio.

 

Todo pagado con hacer compañía

a un matrimonio de viejos sin hijas

 

que un día quisieron quedarse con ella

y darle un estudio que la haga maestra.

 

A cambio del olvido de mi abuela.

 

Mi abuelo no quiso romper la familia.

Y gracias a eso mi madre fue mía.

Juan Carlos Rogna